Eran unos Chuck Taylor´s negros de bota (Converse, para la banda) pendiendo de los cables.
Me detuve a observarlos un momento. Inmediatamente después estaba imaginando la manera de como los iba a bajar de ahí. Porque era un hecho que lo iba a hacer. Seguí mi camino y me dirigí a mi casa, estando ayá me armé con unos cuantos palos, los cuales uní uno con otro con duct tape para formar un largo brazo de madera.
Mas tarde regresé al lugar donde estaban los tenis con mi armatoste, mi bicicleta y un amigo.
Sin pensármelo mucho procedí a la acción.
La encomienda se veía sencilla; solo era darle vuelta a los tenis para que pudiesen caer.
Pero la altura complicaba la labor, el palo los golpeaba y se movían pendulantemente impidiéndome darles la vuelta. No conforme con eso, se acercan dos policías de proximidad, de los que andan en bici.
Como la mayoría de las veces, solo vienen a joder la fiesta.
Y esta no fué la excepción. Sin decir nada, llegaron a observar (A estudiar el delito) según ellos.
Me preguntaron que que hacía. Yo con la mirada de obviedad les contesté:
"Aquí nomás mi poli, perdiendo el tiempo." ¿Cómo ve?
-¿Quieres bajar esos tenis? - Preguntó el oficial.
-¿Tú que crees, pendejo? - Respondí (en mi mente) Si oficial, eso intento - Respondí en voz alta.
-¿No tiene para comprarse unos nuevos, joven?
-Si, pero estos me gustaron.
-Bueno, vamos a
-Ok oficial.
Los hechos sucedieron sin mayor trascendencia. Logré bajar los putos tenis y fuí muy felíz.
Lo que yo no sabía era que en muchos países, incluido México, es una tradición de colgar calzado en los cables de la luz cuando alguien fallece.
Pasó mucho tiempo antes de darme cuenta que probablemente usé los tenis de un cadáver que estaba bien muerto.
Al menos eran de mi número.
Y yo despido este post con una frase de Loren, la cual dice así:
"Así que llegados a este punto colgare la capa,
sin haber mordido el polvo como Juan Pablito, el papa."
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