Ningún hombre es una isla,
entero en sí mismo; todo hombre
es un pedazo del continente,
una parte de tierra firme; si
el mar se llevara un terrón,
Europa perdería un promontorio
como si se llevaran la casa
de sus amigos o la tuya propia.
La muerte de cualquier hombre me disminuye
porque soy parte de la humanidad; y
por eso nunca procures saber
por quién doblan las campanas:
doblan por ti.
-John Donne (1573-1631)
Ya lo dijo también Dennis Brown, de otra manera.
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