lunes, 1 de septiembre de 2014

Historia de vampiros

Era un vampiro que sorbía agua 
por las noches y por las madrugadas 
al mediodía y en la cena.

Era abstemio de sangre 
y por eso el bochorno 
de los otros vampiros 
y de las vampiresas.

Contra viento y marea se propuso 
fundar una bandada 
de vampiros anónimos, 
hizo campaña bajo la menguante, 
bajo la llena y la creciente 
sus modestas pancartas proclamaban, 
vampiros beban agua 
la sangre trae cáncer.

Es claro los quirópteros 
reunidos en su ágora de sombras 
opinaron que eso era inaudito, 
aquel loco aquel alucinado 
podía convencer a los vampiros flojos, 
esos que liban boldo tras la sangre.

De modo que una noche 
con nubes de tormenta, 
cinco vampiros fuertes 
sedientos de hematíes, plaquetas, leucocitos, 
rodearon al chiflado, al insurrecto, 
y acabaron con él y su imprudencia.

Cuando por fin la luna 
pudo asomarse 
vio allá abajo 
el pobre cuerpo del vampiro anónimo, 
con cinco heridas que manaban, 
formando un gran charco de agua, 
lo que no pudo ver la luna 
fue que los cinco ejecutores 
se refugiaban en un árbol 
y a su pesar reconocían 
que aquello no sabía mal.

Desde esa noche que fue histórica 
ni los vampiros, ni las vampiresas, 
chupan más sangre, 
resolvieron 
por unanimidad pasarse al agua.

Como suele ocurrir en estos casos 
el singular vampiro anónimo 
es venerado como un mártir.

Mario Benedetti.

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